Le dieron cinco días para presentarse en las oficinas de la Gestapo en Berlín. Habían interceptado una carta donde la joven alemana de aspecto ario y religión judía criticaba a Hitler, era 1934. Empleó los cinco días en huir del país y refugiarse en Portugal. En 1949 publicó en portugués una novela autobiográfica, El mundo en que viví, que daba algunas respuestas sobre la expansión de la locura nacionalsocialista con más viveza que los libros de historia. La obra pasó entonces desapercibida como también le ocurrió en 1952 a su segunda novela, Río sin puente, otra vuelta de tuerca a la Alemania del desempleo, la pobreza y el ascenso de Hitler. Ambas han tardado 50 años en difundirse en España hasta que la editorial gallega Hércules se interesó por la autora y publicó su ópera prima en 2019.